Top 5: otras cosas que Ivan Thays odia

En boca de todos ha estado el escritor Ivan Thays con su post donde critica a la comida peruana, calificándola de "indigesta y poco saludable". El comentario ha causado amplio revuelo y una lluvia de críticas al escritor, mientras que algunos otros defienden su derecho a que no le guste nuestra gastronomía.

La mayoría lo quiere chancar, ,eso sí. Carlos Lavida explica la situación con solo una foto.

En La Divina Pomada siempre llamaremos a la tolerancia y al respeto entre peruanos. Y también a pensar en  una curiosidad fundamental: ¿qué otras cosas puede odiar Ivan Thays? Nuestras apuestas son las siguientes:

5. El Pisco Sour

 "Francamente, me parece que está mejor para echárselo a mi carro que para tomarlo. Me parece un cóctel indigesto y muy poco saludable. Demostramos nuestra falta de autoestima al pelearnos tontamente con Chile por este carburante para vehículos".

4. Miguel Grau

Pero qué barbita tan indigesta

"Yo no sé a quién le ganó este gordito, porque a Chile no fue. Si nuestro héroe nacional es un tío medio mongolón que salvaba a sus enemigos, que luego se lo bajaron a lo Fatality, entiendo entonces por qué estamos tan mal".

3. Macchu Picchu

Pero qué construcción HASTA LAS HUE-VAS

"Son un montón de piedras amontonadas sin ton ni son. No tiene color y, encima, para verlo completo hay que pegarse una trepada y unas subidas de escaleras realmente indigestas. Si esto fuera tan bacán como los peruanos nos ufanamos en creer, ¿donde están los ascensores? Qué montón de piedrecitas hasta las huevas. Menos mal que Superman ya empezó a demolerlas"

 2. Los goles de Perú en México 70

"¿Acaso fueron campeones mundiales para celebrarles tanto? No le ganaron a nadie: imagino que estos también eran hinchas de Grau (que seguro dejaba que su abuelita le gané al ajedrez, por ser tan "noble"). Ah, y la cancioncita esa de Perú Campeón es de lo más indigesta. Yo la escucho a modo de laxante".

 1. La sonrisa de los niños

"Si en general la felicidad es irritante, lo es más cuando viene de los niños. La sonrisa de los niños me parece tan empalagosa como un kilo de Suspiro Limeño, digna de causarle la muerte a un diabético. Deberían de prohibir la felicidad, sobre todo la infantil."

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